21.7.08

CAMBIAR EL VENENO EN MEDICINA



Los miembros de la SGI hablan a menudo de "cambiar veneno en medicina" cuando describen la manera en que su práctica budista los ha capacitado para transformar una situación difícil, negativa o dolorosa en algo positivo.

En su sentido más fundamental, "cambiar veneno en medicina" se refiere a la transformación de los impulsos ilusorios en iluminación. El "Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría", atribuido al filósofo indio del siglo III, Nagarjuna, compara al Sutra del loto con "un gran médico que cambia el veneno en medicina". Esto se debe a que el Sutra del loto abre la posibilidad de la iluminación a personas cuya arrogancia y conformismo les ha causado "quemar las semillas de la budeidad". En los sutras preliminares, tales personas habían sido condenadas a carecer de la capacidad para convertirse en budas. Algo importante que se desprende de este principio, es que nadie está más allá de la redención.

En su escrito "Sobre escuchar por primera vez la enseñanza del Vehículo Supremo", Nichiren desarrolla esta idea, diciendo que utilizando el poder de la Ley Mística de Nam-myoho-renge-kyo, se pueden transformar los tres caminos de los impulsos engañosos, el karma y los sufrimientos, en las tres virtudes del Buda, es decir, el cuerpo del dharma, la sabiduría y la emancipación.

Puede entenderse que esto significa que cualquier situación desfavorable puede ser transformada en fuente de valor. Más fundamentalmente, es al desafiar y superar las circunstancias dolorosas que crecemos como seres humanos.

La clave está en cómo respondemos a los inevitables sufrimientos de la vida. Las experiencias negativas y dolorosas son, con frecuencia, necesarias para motivarnos. Una escritura budista describe la enfermedad como un despertar al deseo de buscar la verdad. De la misma manera, muchas personas que han vivido en carne propia la guerra y la injusticia, se han sentido estimuladas a un compromiso de toda la vida con la paz y la justicia.

El proceso de cambiar veneno en medicina comienza cuando consideramos las experiencias difíciles como oportunidades para reflexionar sobre nosotros mismos, y fortalecer y desarrollar la valentía y el amor compasivo. Mientras más capaces seamos de hacer esto, más podremos crecer en vitalidad y sabiduría, y lograr un estado de vida expansivo.

Los sufrimientos pueden, así, servir como trampolín para una experiencia de felicidad más profunda. Desde la perspectiva del budismo, todas las experiencias negativas tienen inherente este profundo significado potencial. No obstante, si somos derrotados por el sufrimiento o respondemos de manera negativa y destructiva a las circunstancias desafiantes, el "veneno" original no se transforma, por el contrario, se mantiene como veneno.

El budismo enseña que el sufrimiento deriva del karma, es decir, de las causas que nosotros mismos hemos creado. La enseñanza budista del karma implica una responsabilidad personal. Por lo tanto, transformar los sufrimientos en experiencias creadoras de valor es nuestra responsabilidad. La visión budista del karma no es fija ni fatalista –incluso los patrones kármicos más profundamente afianzados se pueden transformar.

Al asumir una situación difícil –enfermedad, desempleo, aflicción, traición— y utilizarla como una oportunidad para profundizar nuestro sentido personal de responsabilidad, podemos obtener y desarrollar la clase de conocimiento sobre nosotros mismos del cual fluye el beneficio. El budismo enseña que el conocimiento de uno mismo es, fundamentalmente, una toma de conciencia del infinito potencial para la fortaleza interior, la sabiduría y el amor compasivo. A este infinito potencial se le conoce como "naturaleza de buda".

El significado original de la frase "cambiar veneno en medicina" se relaciona con este nivel de conocimiento de sí mismo.

En el capítulo "Creencia y comprensión" del Sutra del loto, Subhuti y otros antiguos discípulos del Buda responden a la profecía de que otro discípulo, Shariputra, obtendría la iluminación fundamental. Los discípulos admiten que ellos habían renunciado a convertirse en budas mucho tiempo atrás, pero que al oír la enseñanza del Sutra del loto renunciaron a su postura de resignación e indolencia espiritual. "[Sus] mentes se conmovieron como raras veces lo habían hecho antes y danzaron de alegría". Nagarjuna y T’ien-t’ai (538-597) por tanto, comparan al Buda con un buen médico capaz de cambiar el veneno (de la indolencia y la resignación) en medicina (una sincera aspiración por la iluminación fundamental de la budeidad).

Esta enseñanza de la posibilidad de una honda transformación hace del budismo una filosofía profundamente optimista. Este optimismo impulsa a los budistas a buscar transformar las tendencias negativas y destructivas que yacen dentro de sus vidas, dentro de la sociedad y el mundo en general.