12.10.05

En beneficio de toda la humanidad !

Templo Sho-Hondo
A continuación les transcribo un articulo del Argentina Seikyo.

Un 12 de octubre —día en que se conmemora la inscripción del Dai-Gohonzon por parte de Nichiren Daishonin (en 1279)—, se inauguró, en 1972, el Sho-Hondo (Supremo Santuario). Las obras se habían iniciado en 1968, y su construcción pudo desarrollarse gracias a las sinceras donaciones de más de ocho millones de miembros de la Soka Gakkai en todo el mundo. Muchos de los pioneros de la SGIAR también realizaron ofrendas para la concreción de este magnífico edificio.
El Sho-Hondo tenía capacidad para seis mil personas sentadas, quienes podían ver el Dai-Gohonzon sin ningún tipo de obstáculos, ya que no había columnas interiores. Para su edificación, trabajaron seis de las empresas constructoras más importantes del Japón, y se utilizaron los mejores materiales para garantizar que el edificio se perpetuara por cientos de años.
El proyecto, que fue llevado a cabo por el tercer presidente de la Soka Gakkai, Daisaku Ikeda, era la concreción de una de las tantas iniciativas que su maestro, Josei Toda, le había encomendado antes de su fallecimiento. Asimismo, esta monumental obra hablaba por sí misma de la grandeza de la enseñanza de Nichiren y es una de las contribuciones más importantes que los creyentes laicos han hecho a su clero en la historia de las religiones mundiales.

Lamentablemente, sólo diecinueve años después, el 28 de noviembre de 1991, el clero de la Nichiren Sho¬shu, en una acción arbitraria e incomprensible, declaró la excomunión de toda la Soka Gakkai. Y, en 1998, informó la decisión de demoler el Sho-Hondo; un año después, solamente quedaban escombros de ese otrora magnífico edificio.
Sin embargo, tal como ocurre con la vida de las personas, uno puede levantarse sobre los escombros de la destrucción y construir con valentía un nuevo futuro; la Soka Gakkai continuó su camino, fiel al espíritu del Daishonin, y hoy sus miembros se esfuerzan por el bien de la humanidad en ciento noventa países y territorios del mundo.
Ya han pasado treinta y tres años desde la solemne inauguración del Sho-Hondo. En 1991, el presidente Ikeda se refirió al propósito del templo diciendo: “El Sho-Hondo no fue construido para la satisfacción personal de ningún grupo en particular ni para la prosperidad de ninguna agrupación religiosa. El propósito de este templo es estar abierto a todos los pueblos del mundo y existir sólo en bien de la paz y el desarrollo cultural de toda la humanidad”.
Este sentido coincide plenamente con la inscripción que Nichiren hizo en el Dai-Gohonzon y que encarna la razón de ser de la Soka Gakkai: “ichien budai soyo no Gohonzon”, que significa “el supremo objeto de veneración dedicado a toda la humanidad”.
En este nuevo aniversario de la inscripción del Dai-Gohonzon, como auténticos herederos del espíritu del buda Nichiren, hagamos que el “cúmulo de beneficios” que conlleva la práctica de sus enseñanzas se extienda a más y más personas.